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Hay que invertir algo en la felicidad propia.
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Escribe Javier R. Cinacchi
No hay edad para “aprender a vivir más feliz”, ni edad tardía para aprender a disfrutar mejor de la vida. Es cierto hay más opciones, y etapas en la vida cuando se es joven. Pero aún se puede mejorar en la percepción y disfrute de la vida, incluso de anciano. De hecho hay algunos que aprenden a disfrutar de la vida, recién a tal edad, mientras que antes dedicaron su vida principalmente a los demás. He conocido a gente que su vida cambió al comenzar a ir a excursiones con grupos de jubilados. Otros conocieron la felicidad al tener un cambio en su vida acercándose al Jesús de la Biblia, por mencionar dos ejemplos. Hay que saber lo que hace feliz o descubrirlo.
Por ejemplo, me gusta mucho -entre otras cosas-, mi trabajo, y disfrutar cosas en mi casa desde leer un libro en mi pequeño jardín, hasta escuchar música con un medianamente buen equipo de música. Me gusta pasear al aire libre. Pero hay personas que no les gusta ni leer, ni escuchar música, ni su trabajo (por mencionar unos ejemplos, significa que no todos tenemos los mismos gustos).
Lo primero que se trató en este “curso de vivir más feliz”, es la necesidad de pensar y reflexionar, y que disponemos de un tiempo limitado. Hay actualmente para las personas que viven en una ciudad o cerca de la misma, cantidad muy grande de posibilidades.
- De cuanto tiempo dispone.
- De cuánto dinero se dispone.
Son puntos a pensar, o a tratar de conseguir si desea darse gustos en la vida que no sean gratuitos. No obstante, en todos hay que invertir algo para mejorar la felicidad aunque sea algo de tiempo salvo que lo pueda hacer al mismo tiempo que otra cosa su disfrute, pero esto no suele darse.
Hay personas a las que probablemente necesiten que se les diga:
- Hay muchas más opciones que mirar televisión, usar el celular, la computadora, dormir o estar sentado. Que le serán de mayor beneficio y alegría que invertir siempre su tiempo libre en lo mismo.
No hay edad para “aprender a vivir más feliz”, ni edad tardía para aprender a disfrutar mejor de la vida. Es cierto hay más opciones, y etapas en la vida cuando se es joven. Pero aún se puede mejorar en la percepción y disfrute de la vida, incluso de anciano. De hecho hay algunos que aprenden a disfrutar de la vida, recién a tal edad, mientras que antes dedicaron su vida principalmente a los demás. He conocido a gente que su vida cambió al comenzar a ir a excursiones con grupos de jubilados. Otros conocieron la felicidad al tener un cambio en su vida acercándose al Jesús de la Biblia, por mencionar dos ejemplos. Hay que saber lo que hace feliz o descubrirlo.
Por ejemplo, me gusta mucho -entre otras cosas-, mi trabajo, y disfrutar cosas en mi casa desde leer un libro en mi pequeño jardín, hasta escuchar música con un medianamente buen equipo de música. Me gusta pasear al aire libre. Pero hay personas que no les gusta ni leer, ni escuchar música, ni su trabajo (por mencionar unos ejemplos, significa que no todos tenemos los mismos gustos).
Lo primero que se trató en este “curso de vivir más feliz”, es la necesidad de pensar y reflexionar, y que disponemos de un tiempo limitado. Hay actualmente para las personas que viven en una ciudad o cerca de la misma, cantidad muy grande de posibilidades.
- De cuanto tiempo dispone.
- De cuánto dinero se dispone.
Son puntos a pensar, o a tratar de conseguir si desea darse gustos en la vida que no sean gratuitos. No obstante, en todos hay que invertir algo para mejorar la felicidad aunque sea algo de tiempo salvo que lo pueda hacer al mismo tiempo que otra cosa su disfrute, pero esto no suele darse.
Hay personas a las que probablemente necesiten que se les diga:
- Hay muchas más opciones que mirar televisión, usar el celular, la computadora, dormir o estar sentado. Que le serán de mayor beneficio y alegría que invertir siempre su tiempo libre en lo mismo.
Otro punto importante es que a veces hay que arriesgarse y probar,
cosas que presuponga sean positivas y le gusten. Por ejemplo si le gusta
mucho las matemáticas, quizás si se anima a estudiar matemáticas, puede
que sume felicidad a su vida por más que le cueste.
- ¿Cuánto tiempo y dinero invierte en su felicidad?
A veces se necesita poco. O trabajar un poquito más para luego disfrutar un poquito más. Y trabajo no siempre es el estar en su trabajo. Por ejemplo hay cosas que generalmente se pueden vender, que ya se usaron y no se usan más... y gente que le gusta comprar lo usado por que cuesta menos... ¿y que tal si tal dinero lo utiliza para darse un gusto postergado?
Hay millones de opciones, y millones de pretextos que usted podría poner. El hecho de que usted sea más feliz en la vida, dudo mucho de que dependa de mí. Juntemos lo de la lectura anterior, a esta y tenemos que:
- Pensar en como invertir el tiempo y dinero (si es o son necesario/s) para darnos algún gusto postergado, o conocer nuevos, y animarse a de apoco invertir en estas cosas algo, por más que se sea anciano.
Por ejemplo
¿Sabe que gran disfrute es comer su comida favorita con su hijo, y decirle “estoy contento de que estés”? Si le dice que no a su invitación, no pasa nada, ¿sabe la cantidad de “no” que se escuchan en la vida? Pero algunos “sí” ante intentos reiterados se van dando y suman momentos felices muchas veces, que de no intentar nunca los hubiera tenido. Hay que generarse oportunidades para ser feliz en la vida.
En la próxima se hablará de esto pero principalmente con ejemplos para jóvenes.
- ¿Cuánto tiempo y dinero invierte en su felicidad?
A veces se necesita poco. O trabajar un poquito más para luego disfrutar un poquito más. Y trabajo no siempre es el estar en su trabajo. Por ejemplo hay cosas que generalmente se pueden vender, que ya se usaron y no se usan más... y gente que le gusta comprar lo usado por que cuesta menos... ¿y que tal si tal dinero lo utiliza para darse un gusto postergado?
Hay millones de opciones, y millones de pretextos que usted podría poner. El hecho de que usted sea más feliz en la vida, dudo mucho de que dependa de mí. Juntemos lo de la lectura anterior, a esta y tenemos que:
- Pensar en como invertir el tiempo y dinero (si es o son necesario/s) para darnos algún gusto postergado, o conocer nuevos, y animarse a de apoco invertir en estas cosas algo, por más que se sea anciano.
Por ejemplo
¿Sabe que gran disfrute es comer su comida favorita con su hijo, y decirle “estoy contento de que estés”? Si le dice que no a su invitación, no pasa nada, ¿sabe la cantidad de “no” que se escuchan en la vida? Pero algunos “sí” ante intentos reiterados se van dando y suman momentos felices muchas veces, que de no intentar nunca los hubiera tenido. Hay que generarse oportunidades para ser feliz en la vida.
En la próxima se hablará de esto pero principalmente con ejemplos para jóvenes.
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