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¿Se puede ser feliz sin dinero? ¿El dinero hace a la felicidad?
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Escribe Javier R. Cinacchi en
https://www.estudiargratis.com.ar/curso-aprender-vivir/dinero-felicidad.html
El dinero no hace la felicidad, hay muchos factores que intervienen para ser feliz. El dinero es un recurso y no debería ser un fin en sí. El dinero no da ni quita felicidad, no obstante con dinero uno se puede dar más gustos que sin él, o incluso tener más posibilidades. O, dicho de otro modo, hay muchas cosas que cuestan dinero; y no tenerlo lo complica. Pese a ello el dinero no es felicidad. Se puede tener o no dinero, y ser o no feliz. No es condicionante, sí limitativo no tenerlo.
¿Limitativo? Claro, supongamos una persona quiere viajar 400 Km y se tiene por ejemplo las siguientes opciones:
Tren $ 80
Colectivo de larga distancia $ 200
Auto privado con chofer $ 700
Sin dinero, es muy difícil hacer esos 400 km; imposible no, difícil sí. Y luego cuanto más dinero se posee menos limitado se está a emprender tal viaje, y más opciones se tienen o comodidades. Además, cosas semejantes ocurren en muchas áreas. Es interesante y bueno tener un buen trabajo, para que el dinero no falte. No obstante es un error pensar que el dinero hace a la felicidad. La felicidad no es algo que se pueda comprar con dinero, es un estado interno que se va dando en la persona. Asimismo el dinero no soluciona muchos problemas, simplemente da más posibilidades en cosas comprables. La paz, tranquilidad del alma, conformidad, templanza, amor, son ejemplos de cosas que no se pueden comprar con dinero; ¿en un periodo de tiempo considerable de que sirve tener dinero si no se tiene paz? Por ejemplo.
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El dinero no hace la felicidad, hay muchos factores que intervienen para ser feliz. El dinero es un recurso y no debería ser un fin en sí. El dinero no da ni quita felicidad, no obstante con dinero uno se puede dar más gustos que sin él, o incluso tener más posibilidades. O, dicho de otro modo, hay muchas cosas que cuestan dinero; y no tenerlo lo complica. Pese a ello el dinero no es felicidad. Se puede tener o no dinero, y ser o no feliz. No es condicionante, sí limitativo no tenerlo.
¿Limitativo? Claro, supongamos una persona quiere viajar 400 Km y se tiene por ejemplo las siguientes opciones:
Tren $ 80
Colectivo de larga distancia $ 200
Auto privado con chofer $ 700
Sin dinero, es muy difícil hacer esos 400 km; imposible no, difícil sí. Y luego cuanto más dinero se posee menos limitado se está a emprender tal viaje, y más opciones se tienen o comodidades. Además, cosas semejantes ocurren en muchas áreas. Es interesante y bueno tener un buen trabajo, para que el dinero no falte. No obstante es un error pensar que el dinero hace a la felicidad. La felicidad no es algo que se pueda comprar con dinero, es un estado interno que se va dando en la persona. Asimismo el dinero no soluciona muchos problemas, simplemente da más posibilidades en cosas comprables. La paz, tranquilidad del alma, conformidad, templanza, amor, son ejemplos de cosas que no se pueden comprar con dinero; ¿en un periodo de tiempo considerable de que sirve tener dinero si no se tiene paz? Por ejemplo.
Cuando una persona ansía algo, eso genera una especie de estrés. Si
desea viajes, una casa nueva, un auto nuevo, un televisor moderno y bien
grande lo más nítida su pantalla, etcétera, etcétera... eso puede
perjudicar a ser feliz. Para peor a veces se observa continuamente que
otros tienen estas cosas. Pero reitero, los bienes materiales que
podrían considerarse accesorios, o lujos; en realidad no dan felicidad.
Son simplemente lo que son: lujos. Alguien por ejemplo puede disfrutar
más tocar la guitarra en una plaza, que estar viendo un partido de
fútbol en 3D y con sonido envolvente. Y no es ironía si me dan a elegir
entre esas dos cosas prefiero la plaza con la guitarra ...aunque
sinceramente me encanta mi viejo equipo de música (y me requirió un
coste).
Es mentira sutil de publicidades pensar que para ser feliz se necesita algo material específico. Para ser feliz no es lo más importante algo material específico. Sí es importante las cosas básicas, una casa por ejemplo. Se puede ser feliz pese a no irse de vacaciones, o salir todas las semanas a pasear, o a reunirse con amigos. No digo que esté mal, digo que la felicidad no es algo externo. A veces hay que romper estereotipos. El vivir feliz es algo que se hace día a día. En especial en nuestro interior.
Asimismo, no nos mintamos. Quizás un religioso diga: “Lo más importante para ser feliz es tener una vida espiritual plena, y en el resto no hay que interesarse”. No estoy de acuerdo, es bueno forjarse un buen destino, y un buen presente: las dos cosas son importantes; es muy importante lo espiritual, y también es importante el dinero. Hasta ir a un buen instituto bíblico cuesta dinero. Y es obvio como dije en un principio, que no tener el dinero es limitativo.
Recomiendo entonces, no pensar que el dinero da felicidad; pero tener un trabajo ameno que de buen dinero es excelente. Me es difícil reconocer que en estos tiempos que vivimos el dinero ayuda a ser feliz ¿quién no disfruta por ejemplo su comida favorita? Y, esta no es gratis.
No quiero dejar de mencionar lo que considero también negativo para la felicidad: esforzarse demasiado para conseguir dinero, y perder así felicidades cotidianas, por no tener tiempo para disfrutarlas. ¿Trabajo duro y luego disfrute? Hay una historia en la Biblia de alguien que hizo esto; el Admirable Maestro le dijo a tal hombre: “Necio esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?” (Lc.12:20). Nunca se está seguro de lo que pasará.
La felicidad se puede tener cada día. Aprender a vivir feliz, y lograrlo es posible; no obstante no es fácil tarea. También es una equivocación malgastar en disfrutes, y luego andar angustiado por no tener, o cargar con errores de haber disfrutado mal, haciendo lo incorrecto, contaminando el alma, el corazón, la vida, o el cuerpo; lo que sea según el caso. Tampoco es lo mejor vivir feliz de recuerdos, la felicidad es cosa de cada día.
Vivir feliz a costa de recuerdos opino es irse alejando de la realidad cotidiana. Conocí a un hombre que fue “rico”, y luego “pobre”, vivía contando su pasado, trabajando para poder alimentarse en su presente; y malgastando su propio dinero en todo tiempo, al final murió en un hospital público consumida su vida de forma relativamente temprana. A pensar en todos estos temas estimado lector; a veces en la vida tomamos pocas decisiones relevantes que influyen mucho, o es necesario ir tomando decisiones para mejorar la felicidad cada día.
No es novedad de que crea en Dios -Jehová: Padre, Jesucristo, Espíritu Santo-, podríamos pedirle “Dios enséñanos a vivir feliz”. Pero en realidad Él ya lo hizo, y en la Biblia hay muchas enseñanzas mejores que las que yo pueda expresar, no obstante seguiré adelante con mi trabajo que es escribir. Igualmente hay muchas cosas complicadas... a tener cuidado también de los que interpretan la Biblia según su conveniencia. Por ejemplo no todo es bendición y prosperidad, uno puede ser feliz también en la adversidad, en el día malo. De hecho el que está parado firme en el gozo, y la paz que sobrepasa todo entendimiento; estará feliz pese al día de la prueba. Y si no lo está, aún falta aprender... hacer vivo la vida abundante en uno mismo. Disculpas, ya me extendí demasiado en esta lectura, destinada a público diverso.
PublicidadEs mentira sutil de publicidades pensar que para ser feliz se necesita algo material específico. Para ser feliz no es lo más importante algo material específico. Sí es importante las cosas básicas, una casa por ejemplo. Se puede ser feliz pese a no irse de vacaciones, o salir todas las semanas a pasear, o a reunirse con amigos. No digo que esté mal, digo que la felicidad no es algo externo. A veces hay que romper estereotipos. El vivir feliz es algo que se hace día a día. En especial en nuestro interior.
Asimismo, no nos mintamos. Quizás un religioso diga: “Lo más importante para ser feliz es tener una vida espiritual plena, y en el resto no hay que interesarse”. No estoy de acuerdo, es bueno forjarse un buen destino, y un buen presente: las dos cosas son importantes; es muy importante lo espiritual, y también es importante el dinero. Hasta ir a un buen instituto bíblico cuesta dinero. Y es obvio como dije en un principio, que no tener el dinero es limitativo.
Recomiendo entonces, no pensar que el dinero da felicidad; pero tener un trabajo ameno que de buen dinero es excelente. Me es difícil reconocer que en estos tiempos que vivimos el dinero ayuda a ser feliz ¿quién no disfruta por ejemplo su comida favorita? Y, esta no es gratis.
No quiero dejar de mencionar lo que considero también negativo para la felicidad: esforzarse demasiado para conseguir dinero, y perder así felicidades cotidianas, por no tener tiempo para disfrutarlas. ¿Trabajo duro y luego disfrute? Hay una historia en la Biblia de alguien que hizo esto; el Admirable Maestro le dijo a tal hombre: “Necio esta noche vienen a pedirte tu alma; y lo que has provisto, ¿de quién será?” (Lc.12:20). Nunca se está seguro de lo que pasará.
La felicidad se puede tener cada día. Aprender a vivir feliz, y lograrlo es posible; no obstante no es fácil tarea. También es una equivocación malgastar en disfrutes, y luego andar angustiado por no tener, o cargar con errores de haber disfrutado mal, haciendo lo incorrecto, contaminando el alma, el corazón, la vida, o el cuerpo; lo que sea según el caso. Tampoco es lo mejor vivir feliz de recuerdos, la felicidad es cosa de cada día.
Vivir feliz a costa de recuerdos opino es irse alejando de la realidad cotidiana. Conocí a un hombre que fue “rico”, y luego “pobre”, vivía contando su pasado, trabajando para poder alimentarse en su presente; y malgastando su propio dinero en todo tiempo, al final murió en un hospital público consumida su vida de forma relativamente temprana. A pensar en todos estos temas estimado lector; a veces en la vida tomamos pocas decisiones relevantes que influyen mucho, o es necesario ir tomando decisiones para mejorar la felicidad cada día.
No es novedad de que crea en Dios -Jehová: Padre, Jesucristo, Espíritu Santo-, podríamos pedirle “Dios enséñanos a vivir feliz”. Pero en realidad Él ya lo hizo, y en la Biblia hay muchas enseñanzas mejores que las que yo pueda expresar, no obstante seguiré adelante con mi trabajo que es escribir. Igualmente hay muchas cosas complicadas... a tener cuidado también de los que interpretan la Biblia según su conveniencia. Por ejemplo no todo es bendición y prosperidad, uno puede ser feliz también en la adversidad, en el día malo. De hecho el que está parado firme en el gozo, y la paz que sobrepasa todo entendimiento; estará feliz pese al día de la prueba. Y si no lo está, aún falta aprender... hacer vivo la vida abundante en uno mismo. Disculpas, ya me extendí demasiado en esta lectura, destinada a público diverso.
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