Leer la novela online: Novela "EL Grupo de los Diecinueve Jóvenes 2" Separados en Esferas Lejanas.

Es la página 135 de la novela.
Y la madre de Rubén llora. Charlan, y cada vez va asumiendo más la realidad que se le impone a sus sentidos. Cuando viene el Padre:

—Ahí viene tu padre. No le des un infarto.

El padre entra, y cuando lo ve.

—¿Hijo? ¿Mamotretito?

Cuando Rubén ve llorar por primera vez en la vida a su padre que viene y lo abraza, no logra contenerse y lloran ambos. Ahí entendió porqué no volvieron los diecinueve. No volverían nunca más a alejarse de la Tierra. Olvidándose totalmente de las puertas, los poderes, y la posibilidad de ser eternos por los que quieren. Porque estar con tus padres llorando porque te daban por muerto, es muy fuerte. Y pensar que para Rubén en realidad pasaron meses de vida. Pero el tiempo en la Esfera de los humanos había transcurrido años. Se preguntó ¿Qué tanto extrañaría a los años? ¿Y tal vez la próxima vez que pueda volver ya serían re ancianos sus padres? Ahí dudó de si quería o no su vida de guardián.

Al día siguiente Abbila y Rubén habían pasado la noche en la habitación de Rubén, y despiertan siendo novios… Y ya Rubén sabe que a los días se reunirían todos en una casa. Allí piensa ir con Abbila y contarles todo, si es que solo van los conocidos de siempre, que se encargarían así fuera. Luego cumpliría su misión de defender la puerta y hacer las Crónicas. Y tal vez a los años otros de los integrantes del grupo podrían pasar de visita a sus familiares… No saben si volverían ellos porque temen la puerta sea destruida, pero verán qué hacen. Igual también dijo que está la posibilidad de se reúnan todos, aunque lo ve difícil.

Los padres de Rubén están contentos y al mismo tiempo tristes. Dice el padre:

—Hijo, yo, y todos los que te queremos te extrañamos. Me alegra que estés bien, veo que ya tienes una vida, una novia muy hermosa y agradable, y toda una responsabilidad que nosotros no la imaginábamos antes… Es difícil asimilar todo. De golpe no estaban más. Y... Uno.. Viste vos… Uno cuando trae un hijo al mundo se imagina lo común. Pero la verdad que nunca se sabe. Yo sé que es más atractiva, aunque vos no lo veas, y extrañes, la vida que ahora tenés que la de antes. Dale para adelante nomás. Me apena que en unos días se vayan, pero feliz de verte y poder saber cómo estás. Nosotros nos arreglamos, no te preocupes.



Es la página 136 de la novela.
Les tocaba reunirse en el taller del padre de Miguel. Él improvisa una gran mesa. Entre todos juntan para un asado, se suponen que mientras comerían charlarían y demás. Esos eran los planes que tenían, pero el asado no se comienza a hacer. Rubén y Abbila de quienes la mayoría no sabe qué están ahí, esperan en una pequeña oficina del taller. De parte de Flavia no va nadie hace más de un año, pero esta vez va a ir el hermano, porque le avisaron que venga para novedades. Todos llegan temprano, Rubén y Abbila esperan que lleguen los últimos antes de comenzar con las largas explicaciones. Realmente Abbila está utilizando su poder, sabe qué piensa cada uno de los allí presentes, y a algunos los tranquiliza. Pero ellos aún no conocen la historia. Cuando todos ya están, Miguel, el padre de Rubén, que ya estaba enterado cierra todo. Ya se había cerciorado de que no viniera nadie que no sea de los más cercanos al grupo. Todos están expectantes porque no ven el asado en el fuego, y ven muy preocupado al padre de Rubén, Miguel, que dice que antes tienen que hablar algo muy importante.

Ya en el límite de la tensión una señora dice:

—Ya dinos qué está pasando ¿Hay algún peligro?

A lo cual responde en voz baja el padre de Miguel:

—Tienen que tener todos los celulares apagados, nadie grave nada. Hoy vamos a saber todo lo que pasa, pero es todo un secreto que no puede salir de nosotros, porque sino la situación se va a volver peligrosa.

Rubén realmente no tiene ganas de estar pasando por ese momento. Abbila los siente a todos tensos, le da un beso a Rubén, y le dice agarrándole la mano:

—Vamos.

Transcurrieron como cuatro horas de Rubén y Abbila tratando de explicarles todo, y demostrando que tenían superpoderes. Pero muchos solo querían ver sí o sí a sus familiares queridos. Al final pierde la paciencia Abbila.