"¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?" La Biblia, Mateo 6:27.

Continuación del Estudio del Evangelio de Juan

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Escribe Javier R. Cinacchi en
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Última edición: 2 junio 2021
[Lectura: Evangelio de Juan 4:35-42]

La predicación del evangelio

(Para comprender bien este texto, además de leer el Capitulo 4 del Evangelio de Juan, le recomiendo asimismo leer el comentario anterior. Estudio del Evangelio de Juan por el autor Javier R. Cinacchi.

4:35 ¿No decís vosotros: Cuatro meses más y llega la siega? Pues bien, yo os digo: Alzad vuestros ojos y ved los campos, que blanquean ya para la siega.
4:36 Ya el segador recibe el salario, y recoge fruto para vida eterna, de modo que el sembrador se alegra igual que el segador.
4:37 Porque en esto resulta verdadero el refrán de que uno es el sembrador y otro el segador:
4:38 yo os he enviado a segar donde vosotros no os habéis fatigado. Otros se fatigaron y vosotros os aprovecháis de su fatiga.»
4:39 Muchos samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por las palabras de la mujer que atestiguaba: «Me ha dicho todo lo que he hecho.»
4:40 Cuando llegaron donde él los samaritanos, le rogaron que se quedara con ellos. Y se quedó allí dos días.
4:41 Y fueron muchos más los que creyeron por sus palabras,
4:42 y decían a la mujer: «Ya no creemos por tus palabras; que nosotros mismos hemos oído y sabemos que éste es verdaderamente el Salvador del mundo.»
(Traducción Biblia de Jerusalén-1976)

(4:35) Cuando Jesús predica, indudablemente es el tiempo justo; de esto habla este versículo comparando a la predicación con una cosecha. Digo "indudablemente", porque considero a Jesús (como venimos viendo), Dios, y por tanto conocedor de los tiempos; inclusive conocía que iba a ser crucificado (Mateo 26:42). Es de notar que indica un antes de tiempo aparente, como un tiempo real acorde. La mujer a la cual le predicó Jesucristo, probablemente no tenía una vida santa y preparada para recibir el mensaje de salvación y menos para llevárselo a otros, pero sin embargo fue su tiempo justo y ella misma le predicó a otros. También el momento en que estuvo Jesús, fue un momento importante en la historia: A pocos años de su ministerio y el de sus discípulos, cuando ya la iglesia o mejor dicho, el grupo de sus seguidores estaba desarrollado; Jerusalén es en parte destruida por el año 70 d.C., bajo el reinado de Vespasiano y el mando del general Tito. Aunque, luego fue reconstruida bajo el emperador Adriano pero ahora sin ser exclusivamente Judía.

Sin entrar detalladamente en temas de historia, añado que: Entre medio de persecuciones también habría hechos que favorecerían a la difusión del cristianismo. Entre ellos rutas comerciales, un mismo idioma, y en el primer siglo ser considerado el cristianismo como una rama del judaísmo por los romanos, lo cual hacía al cristianismo religión permitida por ellos. Además en épocas de Jesús, por más que los judíos consideraban a los cristianos herejes, no podían (debían pedir autorización a Roma), para quitarles la vida (conforme a una interpretación, y cumplimiento que efectuaban de la ley en aquel entonces); lo que ocurrió por ejemplo con Esteban (Hechos 7:49) al considerarlo como blasfemo, no estaba permitido.


Se llegó a difundir tanto el cristianismo, que alrededor del año 300 d.C. el emperador Constantino (ya que su madre se había hecho cristiana), establece que los cristianos tendrían las mismas libertades que los paganos. Es decir, considerando todos los detalles que luego sucedieron, era el tiempo oportuno, para el ministerio de Jesús. En esta enseñanza, "la siega" o "ser parte de la cosecha", sería aceptar a Jesucristo como el salvador, como lo habían hecho sus discípulos quienes se volverían también "segadores", como lo hace en este relato la mujer samaritana al predicarles a otros, y usted si no ha aceptado a Cristo como su salvador, también aquí tiene una oportunidad para hacerlo: el tiempo de la siega. Si usted dice: "Jesucristo le acepto como mi salvador, me arrepiento de todo error cometido" él lo escucha, y perdona. ¿Errores cometidos? Todos tenemos millones de cosas en las cuales nos hemos equivocado, desde deseos incorrectos hasta actos. Cosas hechas, y cosas no hechas...

Segar, podríamos decir que es cortar grano apropósito, para recogerlo. En la enseñanza de este relato, interpreto: el fruto de una predicación, sería creer en Jesús como salvador y marca un estar listo para ser recogido por los segadores: los verdaderos cristianos que ayudarán al nuevo a tener un crecimiento, de ahí surge la iglesia. Lamentablemente en la actualidad no toda iglesia que dice ser cristiana es buena pero ese es otro tema.

Por último comento que así como se menciona un “antes de tiempo” que sin embargo es útil para dar una buen fruto, en la práctica se van a ver personas dando buenos resultados, y todavía posiblemente sin estar listos. Por ejemplo un drogadicto recuperándose que se hace cristiano y se pone a enseñar a otros conocidos en una granja de rehabilitación sobre vida cristiana. Claro puede llegar a ser criticable, pero es preferible que de buenos frutos, a que espere a estar listo. Como la mujer samaritana, no se sabe sin lugar a dudas hasta dónde llegaba su pecado, pero se pone a predicar, y su predicación es útil.

(4:36-37) Se menciona a la predicación, como buenas acciones que perduran. "Segador" es el que cosecha, y "sembrador" el que primeramente sembró las semillas. Cuando Jesús estaba entre sus discípulos, el tiempo de sembrador y segador se habían juntado. También se podría interpretar, como por ejemplo lo anunciado de que vendría el Mesías, por la predicación de Juan el Bautista y las profecías que están en el Antiguo Testamento (sembradores); y los discípulos (o cristianos) predicando que Jesús es el Cristo. Que dicho sea de paso era lo que la mujer samaritana estaba haciendo inmediatamente de recibir la Palabra (cosechadores).

(38) Los discípulos de Jesús cosechaban, incluso en ese preciso momento con Jesús, por ello es muy claro lo que les dice en este versículo, cuando menciona: "Otros se fatigaron y vosotros os aprovecháis de su fatiga.". Lo cual también es aplicable, según mi entender, a las futuras predicaciones. Han habido cristianos que se esforzaron tremendamente en trabajos de evangelismo con alguien en particular, y no ve fruto, pero luego viene otro y le dice al que recibió tal tarea de evangelismo: "¿vamos a la iglesia?" y tal vez acepta, y el que cosechó en este ejemplo se está bien aprovechando del duro trabajo de otro. Y, sería un grave error si tal cristiano "se agrandara", porque el verdadero esfuerzo, no fue de él sino de su/s compañero/s predecesor/es.

(39) Luego de la enseñanza sobre la predicación que les dio Jesús a sus discípulos, se vuelve al tema de lo que estaba llevando a cabo la mujer samaritana. Se afirma que "Y muchos de los Samaritanos de aquella ciudad creyeron en él por la palabra de la mujer, que daba testimonio, diciendo: Que me dijo todo lo que he hecho". Es muy probable, conocían las tradiciones judías, si es así tenemos otro cumplimiento de que ya habían "sembrado", y aguardaban al Mesías como antes la mujer samaritana lo mencionó en 4:25 cuando dice: "Sé que va a venir el Mesías, el llamado Cristo".

Nota: Supongo, esto en los discípulos de Jesús, habrá despertado pensamientos gratos, tal como: "Si ella lo hizo, nosotros también podremos. Más estando con Jesús". Esto acrecentado con lo dicho por Jesús de que "los campos, que blanquean ya para la siega" (v.35), sospecho habrá despertado una alegría y ansiedad en los discípulos de Jesús, quien les hablaba de estas cosas, a su vez que los discípulos iban viendo señales que Jesús hacía.

(40-42) Nuevamente acá tenemos el cumplimiento de la parábola o enseñanza que les dio a sus discípulos. Jesús se quedó con los samaritanos dos días, aparentemente enseñándoles a los que habían creído en Él.