"Todos ven lo que tú aparentas; pocos advierten lo que eres" Frases de Nicolas Maquiavelo.

>> Ir a: Curso cultura general.

Curso de cultura resumen obra teatro.

Paleofrón y Neoterpe por Johann W. Goethe

En
https://www.estudiargratis.com.ar/estudiar-con-lecturas/resumen-paleofron-neoterpe.html
Última Rev. 17/6/2022 Aprende cultura en un año hoy toca leer un poco una obra de teatro, Fragmentos de Paleofrón y Neoterpe del autor Johann W. Goethe compuesta en el año 1800. Una obra clásica, sí; realizada con motivo e una celebración, el cumpleaños de la duquesa Amalia de Sajonia-Weimar. En una nota preliminar Goethe comentaba de esta obra: "Haber tenido su obra la intención de hacer recordar al antiguo arte plástico y mostrar a los ojos del espectador un cuadro plástico, pero movido y animado."

Neoterpe: (...)"quién soy; pero decir eso es más difícil de lo que a primera vista parece. Vivir sé; pero no sé conocerme, aunque de sobra sepa lo que más de uno de mí dice. Llámanme los unos el tiempo nuevo, y muchas veces también nómbrome para ellos el genio del tiempo: en una palabra, ¡que en todas partes soy precisamente lo nuevo! Siempre bien y mal acogida, vago errante por ahí, y si yo no existiera nada en absoluto existiría en ninguna parte. Pero con ser yo tan necesaria como lisonjera, llevo siempre a mi zaga un anciano, que de buen grado acabaría conmigo si con su lento y bien calculado paso lograra darme alcance." (...)
(...)

Paleofrón (...)"No diré que sea hija mía, pero sí que siempre, soy como tio suyo, tuve sobre ella los derechos de un padre, y puedo asegurar que, nacida de mi misma sangre, es mi más cercana parienta. Suelen llamarme a mí generalmente el tiempo viejo, aunque también quienes más especial cariño me profesan llámanme el siglo de oro, y pretenden haber sido yo amigo suyo en su mocedad, ya que, joven y fuerte como ellos, debí de haber sido superior a toda comparación. (...) Y, sin embargo, pese a todo esto, todo el mundo me vuelve la espalda y vuelve ávidamente el rostro hacia lo nuevo, a lo joven, que, halagüeño, lleva a la perdición (...)"
(...)

Neoterpe: "(...) encuentro mi más sañudo enemigo y contrincante en el hombre precisamente cuya fuerza debería ampararme. ¡No me esperaba yo tal! Que desde niña escuché siempre decir que la vejez es el guía de la juventud, y que sólo cuando ambas marchan de bracero pueden ser felices."
(...)

Panleofrón "(...) pero dime: ¿quiénes son esas dos criaturas que siempre van tan cogidas a ti por esas calles? Te advierto que no te dan pizca de honra."

Neoterpe "¡Oh unos niños tan buenos! (...) Correveidile. Alegre se presenta doquiera, y apareciendo él ya no hay penas en el mundo. A este otro le apellidan Métome-en-todo, porque sutil y ligero, va y viene por ahí metiendo su hociquillo en todas partes. (...) ¿qué hombres son esos que, con esa jeta nada amable por cierto, tienes a tus costados, y que lanzan tan adustas y siniestras miradas?

Panleofrón "(...) Este hombre, en cambio, siente harto bien que en este mundo son contados, en realidad, los motivos que el hombre sensato tiene para estar satisfecho. De ahí que le hayan puesto el remoquete de Cascarrabias. (...) Pero este otro, al que con razón llaman Siempre-tiene-razón, está tan firmemente seguro de su bien cimentada infalibilidad, que nunca me deja decir la última palabra, con todo y ser yo su amo y maestro en una pieza."
(...)

Panleofrón.
¡Si encontrara un buen amigo
que aunque sólo por un rato
quisiera cargar con ellos,
se los diera de buen grado!


Neoterpe.
¡Yo también mis pequeños
quisiera encomendar
a alguien que de paseo
los quiera llevar!


Paleofrón "¡Querido Cascarrabias! Por más enojo que pueda causarte, voy a revelarte ahora lo que hasta aquí te callé. Anda por esta ciudad y sus arrabales un hombre insolente, que grita a los cuatro vientos (...) No necesito decir más; ¡anda y corre allá, volando! (...) Pero a ti, ¡oh noble Siempre-tiene-razón!, aún te hacen blanco de mayores ultrajes, pues en pleno mercado va y viene un forastero, el cual jura y perjura que Siempre-tiene-razón no la tiene nunca (...) ¿Corres en seguida a la lucha?

Neoterpe. Ya te quitaste de encima a esos dos barbarotes, y advierto que lo has hecho por mí. Lo cual es una prueba de cariño, y también yo, por corresponderte, estoy dispuesta a mandar paseo a estos chicos (...)

Paleofrón (...) ¡Idos por ahí, muchachos! Pero cumplid al pie de la letra la bien pensada ley que os dicto. El Correveidile tendrá cuidado de alejar siempre del camino al Cascarrabias, y el Métome-en-todo hará otro tanto con Siempre-tiene-razón, al fin de que, gracias a ello, reine perpetua paz en esta ciudad hidalga.

Neoterpe.
Sin recelo de mi asilo
salgo y me siento a tu vera.
Mírame a la cara, y dime:
¿cómo fue posible esta
mudanza tan repentina?
Cambiada, tu faz semeja
la de un joven cuyo cuerpo
rebosa vigor y fuerza.
Y esta corona de rosas
que yo llevo en mi cabeza,
no hay duda que estaría bien
si tus sienes la ciñeran.

Paleofrón.
También yo me siento fuerte
de mi ser en lo más hondo;
y ahora que te veo de cerca
pienso que tienes buen fondo,
y que, aunque amable, eres seria,
de suerte que sin rebozo
declaro que esta guirnalda
cívica con que corono
mis sienes, y que de hojas
de roble recio y honoroso
está formada, en tu frente,
sobre tus rizos graciosos,
muy en su sitio estaría,
sin sufrir ningún desdoro.

(...)

Neoterpe.
¿Tienes paciencia, dime, para guardar que todo
madure lentamente, según tiene que ser?


¿Paleofrón?
En el árbol, el verde fruto que amable cuelga
dulzura me promete, que ya me da placer.
(...)

(Le ofresen las guinarlas a alguien del público.)

Neoterpe
¡Viva! ¡Viva quien estas dos guirnaldas merece!

Paleofrón
Viva con alegría, según la rosa indica.

Neoterpe
¡Y que viva también todo buen ciudadano,
y con ella comparta tan bien ganada dicha!