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la correcta actitud al bailar el tango argentino

Escribe Javier R. Cinacchi.
Una vez en mis inicios fui a un seminario de tango que daban la pareja Luis Romero Berruti y Ana Clara Migoni, y lo primero que nos hizo hacer Ana, fue cerrar los ojos y dejarnos llevar por alguien que nos tocara alguna parte del cuerpo: la frente, la espalda, el hombro. En otras palabras, lo primero que comenzaron a enseñar es: tener confianza en el compañero y a seguir una marca. Y ahora recuerdo un tip que me dio Ana: La mano izquierda del varón, que toma la mano derecha de la mujer tiene que estar realmente tomando su mano, dando seguridad, nada de tener la mano abierta o floja.

Dos extraños van a bailar por primera vez, supongamos que saben... ¿Qué es lo que hacen al pararse uno frente al otro? Se sienten, "se miden", se controlan tal vez su postura y se ponen en modo "listos para arrancar". En el tango casi siempre te tomas unos compases de la canción para que ambos bailarines se sincronicen y acomoden su postura y actitud, "se conecten"; y surje la primer marca: uno, dos, o tres cambios de peso, sientes el cuerpo del otro: qué tanto mantiene su eje, qué tanto responde al cambio de peso, qué tanto se entrega, qué seguridad tiene, cómo abraza (hay distintos estilos), y ete estás concentrando.

¿Qué es el cambio de peso en el tango? Imprescindible principiantes, lo veremos en el próximo título.

Lo primero en la actitud correcta, es no pasarse por alto este instante de reconocimiento, y sincronización de la pareja con la música, aquí comienza todo, máxima concentración, y confianza el uno en el otro, piensa un instante en tu postura, y en la intensidad - relajación del abrazo, por ejemplo no ser ni una pluma que no se siente, ni una heladera que cuesta moverla.

No hay que estar doblado, tienes que estar bien derecho incluyendo el cuello -la cabeza no inclinada salvo un poco mirando, el hombre, hacia el lado abierto, pero esto ya es cuestión también de estilos cuando es abrazo a 45°, y la mujer mira el pecho del hombre para guiarse mejor en los giros, el hombre debe mirar hacia dónde van, aunque en lo escénico siempre tienen que haber miradas a la pareja-. Sacando pecho; aunque sin exagerar, obvio; los brazos firmes, aunque no duros como una piedra, algo blanditos pero manteniendo la presencia necesaria -recuerdo a mi profe Johanna Binelli corrigiendome una y otra vez al principio: "blandito Javi... blandito Javi" Claro... es que yo entrenaba artes marciales, nuestro pasado influye, pero ahora: ¡Estás abrazando! Los hombros ni levantados ni caídos, los puntos de contacto con la otra persona tienen que estar claros. Ambos tienen que disfrutar del abrazo sin sentirse incómodos. Y tener una actitud de... tango, una mezcla de ganador y provocador, sin descuidar un aire de fineza, altura.

Pero... en realidad hay distintas actitudes que uno puede adoptar, al menos el que puede manejarlo y ya tiene sus años de baile. Por ejemplo el baile puede ser sensual, o carente de esto, de performance, de lucirse, improvisar, habilidad. Puede ser un baile lleno de sentires en la pareja, o frío simplemente bailando sin sentir nada. Puede ser divertido ¡yo suelo bailar así! Aveces están todos serios re concentrados, y yo con la chica que saco re riéndonos, jugando con los pasos... Hay una actitud también milonguera, otra muy almidonara "de salón" clásica, etc. Y, la actitud se refleja en todo, en el abrazo, en los pasos, en la intensidad de conexión, en la longitud del abrazo, en los pasos que se incorporan o descartan, en cómo se hace cada pisada... en el estilo. Hay pasos que si se los saca de la actitud o el estilo correcto, quedan mal. También aveces hay mezcla de actitudes, uno puede ser sensual, juguetón, y con performance, por ejemplo; o sumergirse en lo romántico y olvidarse de todo el universo. Está también la actitud del abrazo, para algunos lo más importante es el abrazo siguiendo despacio a la música... hay muchos estilos, actitudes y formas de bailar.

Después uno en la práctica también aveces intercambia momentos, no es lo mismo cómo se me va a sentir bailando con intensidad, rápido, que cuando es suave con abrazo cerrado. Es gracioso pero uno aveces baila dependiendo, de con quién baila, qué tan cansado está, o qué tantas ganas tiene de bailar, y qué tanto gusta el tema que está sonando. Claro esto lo van a entender los bailarines de años, los principiantes aún no saben ni bailar bien con un único estilo, que generalmente suele ser abrazo de práctica, a tiempo de compás, con actitud de estudio, y haciendo lo que se puede de lo que se recuerda... Hay etapas en el tango... Luego uno ya casi no toma clases, pero aprende mirando y practicando, o charlando sobre el tango. Bailar el tango es hermoso, y los que estamos hace años en esto sabemos que uno puede aprender toda la vida, mejorando, y se lo disfruta mucho; aveces cada uno a su manera. No hay una actitud incorrecta cuando los dos que van a bailar están de acuerdo, y buscan lo mejor tangueramente en su estilo


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Ámbos comienzan a sumergirse en la música y el brazo. Cuidado ni las chicas sacar caderas para algún lado o cola, ni los chicos la panza, y ninguno tirarse hacia atrás; al contrario, en el tango levemente hacia adelante (peso en el metatarso). Ambos están sintiendo el eje, y con los cambios de peso reconociendo eso, además de dejar una pierna libre que será con la que se de el primer paso en su momento, a tiempo de la música. En ese abrazo inicial se ha provocado el abrazo, que de no cambiarlo apropósito en algunos momentos, será la distancia que se respetará, la "burbuja de aire", que tienen que cuidar los dos bailarines. Se genera una intimidad, pero al mismo tiempo un espacio acordado por ambos que se respeta: si uno avanza el otro retrocede, si uno gira el otro lo hace, y siempre ese espacio en el medio estará igual (repito, salvo que se lo cambie en algún momento apropósito como hacen los avanzados). Y, en algunas figuras el abrazo del lado cerrado se desplaza, por ejemplo al salir en "americano", donde se está hombro a hombro.



Tiene que haber seguridad, uno guiará, el otro seguirá. Uno entregado a guiar y sentir propuestas, otro a ser guiado y proponer en algunos momentos (para esto tienen que ser avanzados ambos bailarines). Al surgir el paso, ni el hombre puede dudar al proponerlo, ni la mujer a seguirlo, y allí ya se ha comenzado a bailar, o aún antes, desde el momento en que la pareja de tango decidió conectarse el uno con el otro para formar parte de la música. Diría yo que comenzaron a bailar tango aún antes de que este suene, es mágico... desde esa mirada y la propuesta de baile con la aceptación ya es parte del teatro del tango.

No quiero dejar pasar unas palabras que me dijo el profesor Ariel Kalejman en una milonga que fuimos. Estábamos sentado mirando las parejas. Y parecía que se había puesto de moda en ese momento, demorarse demasiado en el inicio... Entonces me dice al mirar una pareja que terminó bailando mal (se notaba que el varón ni estaba bien parado):

"Ves... es cómo cuando vas a pelear, si te demorás mucho agrandándote, cómo cuando muestran los músculos y se hacen los provocadores; y si despúes te matan a golpes, quedás re mal".



El baile del tango muestra pasión, algo de dureza, hagamos memoria de que nació en los barrios marginados, en clubs nocturnos y prostíbulos se desarrolló de niño. Allí donde si te mostrabas débil te robaban... A mi me gusta que al bailar tango, el hombre sea hombre, y la mujer, mujer; porque también hay un juego de seducción que se puede dar, y si le sacas, la seducción, la fuerza, la hombría y lo femenino, le sacas vida. Hay miradas, respiraciones, el tango puede ser un baile muy sensual, aveces hasta le sientes el latido del corazón al otro. Digo puede ser, porque cuando se practica, uno puede practicar simplemente pensando en la técnica. Y me vinieron otras palabras a la memoria, de Johanna Binelli que me dijo un día "cuando se me ponen melosos y no quiero, les corrijo algo de técnica y es como tirarles un balde de agua fría". Incluso uno puede bailar por solo motivos de práctica, o actualmente separar la pareja de baile de la pareja real. Pero sin embargo en una exhibición de tango no debería faltar lo vivo, porque es parte del tango, y si le falta eso, es como una comida sin condimentos. El público quiere ver lo sesual en el tango, y que no sea artificial. En una milonga, si uno de los dos hace un poquito de distancia, ya está, ambos saben que es sólo bailar... la magia de lo sensual allí aveces se da y aveces no. La actitud es muy importante en el tango, incluso tanto él, como ella, sienten cuando la otra persona no está bailando comprometido con ese baile, cuando está "desconectado". Estar conectado con el otro es imprescindible, lo sensual no. Pese a todo lo dicho, siempre hay excepciones, y cada uno va inclinando un poco su baile a su estilo propio, e interpretación personal. Por ejemplo los Hermanos Macana, son dos hermanos, que bailan el tango, lo hacen muy bien, y en su puesta en escena obviamente no usan nada lo sensual, aunque sí un toque cómico, siendo ese su condimento especial en la escena.

Bueno, creo que ha quedado en claro que las actitudes al bailar tango, tienen su importancia, y hasta modifican al baile.



(Recomienda este curso, sin piratería por favor, que todos necesitamos motivación y la piratería me desmotiva, y ya solo esto que te he dicho en esta hoja, algunos tardan mucho tiempo y pagos de clases para darse cuenta, releela, pensala. Comentá abajo, los comentarios saldrán luego de revisión antes de publicar la continuación.) La próxima semana otro punto.

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