Leer la novela online: Novela "EL Grupo de los Diecinueve Jóvenes 2" Separados en Esferas Lejanas.

Es la página 42 de la novela.
Sabían y charlaron que se sentían bastante bien gracias a que David les daba paz, Pablo relativa seguridad, y a Esperanza enojada espantaría cualquier gente normal que quisiera atacarlos, por más que fuera un grupo grande, si no estaban en vehículos brindados... Pablo comentó:

—Quizás esto es una prueba, o práctica, y en realidad la única ayuda que tendríamos es estar en un ambiente que con nuestras habilidades pudiéramos soportar, pese a sernos a veces difícil.

—Sí —comenta David—, no creo que nos mandaran a un lugar en donde supongan que moriríamos. Pero igual creo que se pasaron. Al menos nos hubiera dicho Sueñosreales qué hacer cuando llegáramos aquí.

—Quizás también quieren ver si no nos peleamos entre nosotros mismos —comenta Pablo.

Sin embargo, sus charlas sobre respuestas de lo desconocido, de los ¿por qué? y ¿para qué? Eran todas suposiciones en relación a lo que no conocían o no sabían.

Es interesante lo que más le preocupaba a Pablo: No tener una mujer. Se sentía molesto en su interior por esto, porque le faltaba una compañera. Aveces los hombres piensan, especialmente los jóvenes, que pueden soportar todo menos la falta de una compañera. Los humanos le temen mucho a la soledad, algunos ni pueden dormir sin una luz que los rodee, o en total silencio.

…

Pasó una semana. Estaban relativamente cerca de la puerta, aunque sin poderla encontrar pese a que querían hallarla, David como todas las mañanas orando una hora; Esperanza en silencio aguardando a David; Pablo haciendo ejercicios y practicando Karate, cuando a Esperanza le parece escuchar pasos de alguien. Llama despacio a David que lo tenía cerca; ruido de pasos parecen alejarse.



Es la página 43 de la novela.
—¡Hola! ¿Alguien me escucha? —Grita David al ser advertido por Esperanza.

Pablo, ya había escuchado desde antes aquellos sonidos como de pasos de alguien pasando cerca; se mueve hacia la fuente de tal sonido, cuando escucha gritar a David y a alguien que le responde:

—¡Hola! ¿David sos vos? — Se escucha un grito con la voz de Verónica.

—¿Estás perdiendo tus reflejos? —Le contesta en tono de chiste y queriendo sorprender a Verónica, Pablo sin lograr contener la alegría de verla, expresada en una muy notoria sonrisa.

—Ni lo sueñes —Le responde calmada Verónica, respondiéndose con una sonrisa de forma... sexy.

No se sorprendieron de verse, sí lo hicieron a los minutos al verla Esperanza y David. Verónica les contó:

—¿No me podían esperar unas siete u ocho horas? Sueñosreales me hizo ir a otro lado, y traer una piedra que tenemos que llevar a un lugar, me mostró el camino en sueños. La llevaremos a una agrupación de personas, y por tal piedra nos recibirán pacíficamente. Me preocupé mucho al no encontrarlos cerca, y estuve siguiendo rastros que dejaban hasta ahora. Me tenían muy asustada ¡tontos! ¿Por qué se alejaron tanto de la puerta? ¡Y se la pasaron dando vueltas! ¿Para qué?

Le explicaron que no sabían que ella llegaría, que tenían hambre, y que luego se perdieron. Afortunadamente, Verónica en todo momento estuvo haciendo marcas y memorizando todo el recorrido para supuestamente poder llegar nuevamente a la puerta. Pero pareciera que en su interior presentía el camino correcto a seguir, más allá de lo que observara. Además dijo que había soñado una y otra vez, un mapa de la zona que le mostró Sueñosreales, pero que pese a poder ser rápida, si no fuera porque dejaron muchos rastros al movilizarse, no hubiera podido encontrarlos, por todas las vueltas sin sentido que dieron. Los retó, sí, como una madre a sus hijos.

Les contó sobre la piedra. Para tal civilización representa algo así como para los humanos la gema más cara y multiplicada por su peso. A cambio les darían comodidades sin preguntar. Comerían mientras, unos frutos de árboles que crecen en la parte superior, allí donde el sol les llega con más intensidad a las ramas. También se lo había dicho Sueñosreales.