Leer la novela online: El Grupo de los Diecinueve Jóvenes y la Primer Puerta.

Es la página 81 del libro.
—Que sea nuestro secreto —dice Marcos.

—Sí obvio —dice David—. No quiero terminar siendo investigado en un laboratorio, con cables en la cabeza.

—¿Y a vos qué te pasó David? —pregunta Ceci.

—Sospecho, la palabra clave, es “paz”; pero no sé cómo explicártelo. Por ejemplo, hace tres días me detuve a ver como dos se peleaban. Al instante, ellos bajaron los puños y se contemplaron mutuamente como si no tuvieran la carga de odio que los motivaba a pelear. Se apartaron uno del otro, dejando de pelear apenas mirándose, y se dijeron “perdón”. Pero simplemente sospecho que fui yo. Acrecentado esto por las cosas que cuentan. Igual, no estoy seguro, pero sentía que algo salía de mi.

—Si evitas que la gente se pelee, es algo excelente —dice Marcos—. ¡Imagínate un mundo sin peleas!

—Miren a ese que nos mira —dice en vos baja Pablo—. ¿No tiene un anillo como los nuestros?

—Me parece que sí —dice David.

—Miren. Ahí viene —dice Sabrina.

Se acerca a ellos un hombre anciano. Resalta al verlo, una hermosa barba gris que en su parte más larga posee poco menos de diez centímetros de largo, muy prolija. Sus ojos son verdes, y tiene una tierna sonrisa en su rostro. Utiliza ropa elegante, pero sin llegar a resaltar demasiado su vestimenta en relación al lugar en que se encuentran, camina firme a paso normal.

Se acerca, todos lo miran. Reposa una mano sobre otra, en su cintura por delante de su vientre, dejando muy visible un anillo que les resulta conocido. Con voz cálida, dirigiendo una rápida mirada a cada uno, dice:

—Buenas… ¿Puedo acercarme a hablar con ustedes? Me gustaría contarles una historia.

Haciéndole un lugar en silencio, el anciano se sienta entre los jóvenes, quienes lo miran con la esperanza de que les diera respuestas.

—Disculpe ¿Quién es usted? —expresa Verónica siendo la pregunta que todos se hacían.

—Podría decirles quien soy, pero a ustedes no les servirá tanto como el saber quienes son cada uno de ustedes en este momento, y qué les ocurre. Les voy a contar una historia. Aunque no fue o es de la forma en que se las voy a relatar, es lo más aproximado a ser la realidad más comprensible, por ustedes en este momento.