Léeme todos los días y mejoremos juntos, hagamos un mundo mejor.
"¿Quién de ustedes, por mucho que se preocupe, puede añadir una sola hora al curso de su vida?" La Biblia, Mateo 6:27.
Continuación del Estudio del Evangelio de Juan

Biblia, Estudio evangelio de Juan completo.

Escribe Javier R. Cinacchi en
https://www.estudiargratis.com.ar/estudio-evangelio-juan/jesus-pide-tener-fe-4-43-54.html
Última edición:
Estudio completo del evangelio de juan cristiano [Lectura: Evangelio de Juan 4:43-54]

Jesús pide tener fe.



Vamos a ver una enseñanza de la Biblia. El texto bíblico dice así:
4:43 Pasados los dos días, partió de allí para Galilea.
4:44 Pues Jesús mismo había afirmado que un profeta no goza de estima en su patria.
4:45 Cuando llegó, pues, a Galilea, los galileos le hicieron un buen recibimiento, porque habían visto todo lo que había hecho en Jerusalén durante la fiesta, pues también ellos habían ido a la fiesta.
4:46 Volvió, pues, a Caná de Galilea, donde había convertido el agua en vino. Había un funcionario real, cuyo hijo estaba enfermo en Cafarnaúm.
4:47 Cuando se enteró de que Jesús había venido de Judea a Galilea, fue donde él y le rogaba que bajase a curar a su hijo, porque se iba a morir.
4:48 Entonces Jesús le dijo: «Si no veis señales y prodigios, no creéis.»
4:49 Le dice el funcionario: «Señor, baja antes que se muera mi hijo.»
4:50 Jesús le dice: «Vete, que tu hijo vive.» Creyó el hombre en la palabra que Jesús le había dicho y se puso en camino.
4:51 Cuando bajaba, le salieron al encuentro sus siervos, y le dijeron que su hijo vivía.
4:52 El les preguntó entonces la hora en que se había sentido mejor. Ellos le dijeron: «Ayer a la hora séptima le dejó la fiebre.»
4:53 El padre comprobó que era la misma hora en que le había dicho Jesús: «Tu hijo vive», y creyó él y toda su familia.
4:54 Esta nueva señal, la segunda, la realizó Jesús cuando volvió de Judea a Galilea.
(Traducción Biblia de Jerusalén-1976).

(4:43) Señala un cambio de tema, con acontecimientos nuevos en relación al punto anterior que fue la predicación del evangelio.

(4:44-45) Se podría interpretar, de la siguiente forma. Generalmente los profetas daban mensajes, muchas veces, en contra de actitudes o hechos para encaminar al pueblo, lo cual fácilmente podía provocar un rechazo en los que no aceptaban sus palabras. Los que conocían la vida de un profeta, podrían más fácilmente criticarlo por algo que los que no. Por ejemplo lo siguiente es dicho por Jesucristo, si no comía le decían: "demonio tiene"; si comía "es un comilón" (Mt. 11:16-17). Luego, en todo este párrafo el tema principal es la fe. Jesús predicando el reino de los cielos buscando a aquellos que crean en Él. No obstante no se quedó en donde habían creído fácilmente en el evangelio más de dos días, y continuando su camino, fue a donde le sería más difícil.

Hay personas muy capaces a nuestro alrededor, sacando el ejemplo de que aún criticaban hasta a Jesucristo. Uno no tiene que centrarse en los errores, sino en los aciertos, y esto en todo. Y no hay que poner a naciones determinadas como que los procedentes de tal lugar, son peores o mejores, esto es un claro error. Tampoco hay que ponerse mal si uno recibe críticas.

El recibimiento dice fue bueno (v.45). ¿Es esto una contradicción con lo que ahora llamamos el versículo 48 del mismo texto? Jesús dice que si no ven señales no creen. Jesús está más allá de las apariencias, el tema no era un buen recibimiento sino el tener fe. Recuérdese que en este mismo análisis del capítulo cuatro, anteriormente, habían creído muchos samaritanos por el solo testimonio de una mujer que no tenía una vida tal vez santa, antes de conocer al Maestro. Si comparamos estos dos hechos es más fácil comprender la afirmación de Jesús "un profeta no goza de estima en su patria". Aveces se recibe bien a alguien, pero de acá a creer en lo que dice, es una cosa distinta. El tema es que la salvación viene por creer en Jesucristo, no por solo caerle bien él, alguna religión o predicador.

(4:47-53) Es un relato muy claro que creo no necesita una larga explicación adicional. La narración es de un funcionario que buscando sanidad para su hijo. Recurre a Jesús rogándole que se dirija a donde se encontraba su hijo, para sanarlo. Cuando Jesús le afirma que su hijo vive, el cree sin ver a su hijo viviendo, es decir tuvo fe en lo que Jesús le dijo. Esto fue corroborado cuando los sirvientes de este funcionario, le dicen que su hijo sanó en una hora determinada, la cual el funcionario comprende, fue cuando Jesús le dijo "tu hijo vive". Es notorio en este relato también que Jesús como Dios tiene el poder de decir algo y que esto sea hecho, estando o no presente. No está limitado a un tipo de milagros específicos, sino que puede hacer lo que quiera. A lo largo del evangelio se narran distintos milagros por Él realizados. Luego, es de destacar que toda la familia del funcionario creyó.

¿Vos hubieras creído en Jesucristo como este funcionario que buscaba sanidad para su hijo? ¿Te hubiera alcanzado que Jesucristo te diga, "no hace falta que te acompañe, te digo que tu hijo ha sanado"? Ahora, si le creerías a la palabra del que hace milagros en relación a la sanidad, ¿Porqué no creerle en relación a la salvación? Porque él dice que para entrar en el reino de los cielos hay que nacer de nuevo.

(4:54) El primer milagro, interpreto es en el cual Jesús convertió agua en vino.

Actualmente, entre los cristianos continúa el tema de la fe. Es un tema a veces complicado, no obstante se podría decir que el primer paso para que una oración o pedido a Dios sea contestada es la fe, desde el punto de vista del texto analizado, fe en que Jesús puede contestar una petición de un milagro porque es el Salvador, en su nombre se le pide al Padre. A este suceso comentado en este párrafo de la sanidad del hijo de un funcionario, se le sumarán otros a lo largo del estudio del Evangelio de San Juan.

Menciono de pasada un tema que da vueltas por ahí: La autoridad en la palabra de un cristiano. Jesucristo una vez dijo "yo soy" y todos cayeron a tierra, y otras tantas cuando dijo "yo soy" no pasó nada. La palabra que uno dice puede ser una expresión de poder, o puede ser simplemente un sonido. Y no es lo mismo estar orando que estar hablando.


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